LA CUEVA DEL FRENÁPTERO

Blog del escritor Marco Tulio Aguilera Garramuño

  • INICIO
  • RECIENTES
DIARIO DE 1998
En Villarrica, Veracruz, enero de 2011
Mi amiga Liriam, la bruja Liriam, a quien de alguna forma misteriosa tengo que visitar cada vez que
vengo a Bogotá -creo que me tiene en su poder- me ofreció una comida que difícilmente pude digerir.
Luego comenzó con sus revelaciones sobre mi persona. Dijo una cantidad de cosas aterrorizantes, que
ni me atrevo a escribir y que yo en aquel momento casi creí, pero que luego, en soledad, me dije,
pero que pendejo, como puedo creer semejantes barbaridades. Es cierto que en alguna oportunidad
 estuve algo mal de la cabeza, pero no es para tanto. De las cosas que sí puedo contar, porque no me
 afectan tanto, está el hecho de que ella exaltó mi trabajo como cuentista hasta el nivel de la perfección,
 pero dijo que como novelista era un fracaso absoluto. Liriam gritó: "¡Imbécil, no te has dado cuenta
de que eres el mejor cuentista latinoamericano pero el peor novelista del mundo! ¡Olvidate de la novela:
 eres repetitivo, tonto, mensajista, aburridor, soso, narcisista, plagiario, lento, torpe! ¡Lo tuyo es el
 cuento, eres un relámpago del cuento, eres maravilloso, cada palabra tuya es néctar!  En la novela eres
 peor que Carlos Fuentes o Fernando del Paso en sus momentos de mayor pedantería!"
            Me negué a aceptar que era un fracaso como novelista o que hubiera escrito cosas tan
pesadas y aburridoras como Cristobal Nonato o Palinuro de México.  Lo mío es más humilde y
conjeturo que el lector no sufre leyéndolo. Lo que creo es que Liriam está trastornada. Su vida limitada
 la ha llevado a crear una cantidad de fantasías en torno a mi persona. Ella me conoció cuando yo
 era un pobre estudiante de filosofía que no tenía ni para los frijoles, ella me protegió y me alimentó,
 ella falsificó calificaciones --eso dice-- para que me dieran el título de licenciado, ella me cuidó
durante mis épocas de crisis (dice que pasábamos horas encerrados en una habitación oscura, en
posición flor de loto, frente a frente, y que yo le contaba los raptos de amor y odio que sufría por mi
 madre)... Y ahora  que soy famoso  --o por lo menos aparezco con cierta frecuencia en El Tiempo, lo
 que es algo que pocas personas logran en Colombia-- Liriam usa todas sus brujerías para tenerme
 bajo control. Decir que mi amiga es una bruja no es un recurso literario: Liriam tiene poderes, y
me lo demostró, no sólo a nivel micro sino a nivel macro. Un ejemplo: cuando estábamos en el
apartamento yo estaba buscando unos calcetines perdidos. Ella me dejó hacer. Finalmente dijo: 
 ¿Quieres que te diga dónde están?...Están bajo ese montón de ropa. Luego me reveló un secreto para
 hallar las cosas perdidas: "Simplemente no las busques. Haz lo que haces habitualmente y pregúntales
 a las cosas dónde están. Las cosas mismas te llamarán".
            Luego Liriam me pidió que le hiciera una pregunta que considerara absolutamente fundamental
 sobre mi pasado y el pasado de mi esposa. "Pregúntame lo que quieras", dijo. Le hice la pregunta
y ella palideció, se tambaleó y estuvo a punto de caer. "No puedo responder a tus preguntas. Las
respuestas son demasiado terribles". Insistí en que hablara y efectivamente lo hizo, mostrando detalles
 de la vida mía y de mi esposa que absolutamente nadie, aparte de nosotros, sabe. Luego puso los
ojos en blanco, su cuerpo se desmadejó, cayó en un sillón. "Ya no puedo seguir hablando. Se me
acaba de prohibir que hable". ¿Quién te prohibe hablar?  "Las voces", respondió. Y sin embargo habló,
 y lo que dijo es algo tan innombrable que incluso yo, que soy tan hablador, tengo que callar.
            Acepté con gran tranquilidad las barbaridades que me dijo y casi las di por ciertas (pero
horas más tarde, ya solo, me dije, pero qué tonto soy, creer semejantes sandeces).
            Luego habló sobre sus poderes: "Súbitamente, a veces sin que lo quiera, se abre una puerta
 frente a mí y veo los acontecimientos como un vendaval; puedo ver por ejemplo, mientras estoy
caminando por una calle, la tragedia de cada uno de los que se me acerca de frente, y aquello es

 terrible, no te imaginas lo que hay detrás de cada rostro, los desastres íntimos sin par, las
 miserias, las humillaciones, los cánceres del alma".
            "A veces estos poderes son tan aterradores que me dejan desfallecida, en cama, durante
semanas enteras. Siento como si fuera responsable de las desventuras de todo el mundo y sé que
 tengo la obligación de hablar con la gente y darles consejo, enseñarles a aceptar su desgracia".
            Mientras yo me dedicaba a hacer algunas labores de la casa, Liriam me seguía (gordita,
maternal, parecida a Carmen Ballcels, con gesto de superioridad, se apoyaba en las jambas de las
 puertas y seguía hablando como si el tiempo se le estuviera agotando y la muerte estuviera cerca).
 "¿Has intentado comunicarte con tu madre?", preguntó. Le dije que no lo había intentado. Le
 pregunté que cómo se comunicaba uno con los muertos y si se podía hacer por medio de internet. 
 Liriam sonrió con inmensa condescendencia. "¿Crees que es imposible?", preguntó. "¿Cómo hay que
 escribir la dirección, doñaRuth@com.ciel (purg o inf- según el caso)?".



Ya me habían advertido que Santiago Gamboa era un personaje infatuado, pesado, pedante, distante y, paradójicamente diplomático. No quise creerlo y cuando supe que iba a venir a Xalapa hice lo que habitualemente hago con los escritores colombianos que llegan a esta ciudad, que es a la vez distante de la periferia e importante, importantísimo centro cultural: me ofrecí a atenderlo, llevarlo a conocer los lugares cercanos, organizar las cosas para que hiciera deporte en los 40 días que iba a estar aquí  impartiendo un curso. De entrada rechazó que yo asistiera a su curso y creo que hizo bien. Se trataba de valorar las tendencias de la nueva literatura latinoamericana y había escogido a una serie de autores de los que nadan a media agua entre el éxito editorial y una redacción apenas legible: Paco Ignacio Taibo, Abad Facciolice (o algo así), Franco y otros. Hizo bien en pedirme que no asistiera a su curso porque sin duda yo habría puesto en cuestión su teatro que podría haberse llamado Nosotros Los Buenos (los escritores acostumbran a agruparse en sectas excluyentes que se reparten el botín de los premios, los congresos, las invitaciones, etc y cada escritor quiere formar su sanhedrín). Con Santiago apenas si intercambianos saludos y durante los 40 días que  estuvo en Xalapa me eludió. Incluso lo invité a cenar a casa. El caso es que estaba ocupado en asuntos propios de la diplomacia: la cortesanía. Haciéndole la corte a Sergio Pitol, Ernesto Cardenal, Santiago Ramírez (un autor menor inflado por Alfaguara, como Poniatowska, Leante, Laura Restrepo), etcétera. Escribí una reseña sobre la novela Necrópolis,de Gamboa, buena narración mal escrita, descuidada, llena de peripecias a veces esperpénticas. Obra de lectura apasionante si uno se hace de la vista gorda con las torpezas estilísticas. Gamboa, como respuesta a mis atenciones escribió recientemente en la revista La Nave, financiada por Pitol para glorificar a Pitol y a sus amigos, lo siguiente: Hay aquí en Veracruz un exótico escritor, al que llamaré M, que asegura que Bolaño es un producto del marketing y el capitalismo editorial. Tan alucinada, envenenada y sin duda venenosa interpretación, es sin embargo muy difícil de contra argumentar --además de irrelevante, pues quien vocifera eso se pinta de cuerpo entero-- ya que cualquiera de los indicadores tradicionales para juzgar una obra puede ser desmentido. Sólo después de leer la crónica de Gamboa de su estancia en Xalapa entendí las razones por las cuales había eludido mis patrioticas atenciones: yo (a quien Gamboa designó en su crónica apenas con una cicatera y mezquina M) había descalificado al adalid suyo, a su amigo, al representante de un grupo más o menos grande de escritores menores, que habían convertido a Bolaño en una especie de nuevo Cristo. Me reafirmo en mi convicción de que Bolaño es un escritor quizás tan menor como sus seguidores. Como no quiero volver a repetir mis razones para fundamentar esta afirmación, remito a mis lectores a una o dos breves notas que publiqué en este mismo blog y que podrán hallar en el índice. Gamboa no es mal escritor: es un escritor descuidado, apresurado y superficial: pero divierte, y eso se le agradece. Molesta, o por lo menos a mí me molesta esa actitud de superioridad:  de siempre he sido un privilegiado, he recorrido todo el mundo, me he hospedado en los mejores hoteles, me he codeado con Pitol y la élite de los escritores, Pitol compró  mis cuatro novelas, mi amigo X y Y. Me parece que tiene el Síndrome del Patito Feo: no ha podido superar su aspecto fisico, bastante desagradable y no se ha dado cuenta que precisamente eso es lo que lo hace particular, diferente y hasta atractivo para las mujeres. Tiene algún éxito en Europa, vive en Roma, sus libros son inconseguibles en Latinoamérica. Como buen cortesano, en persona es una persona muy agradable, pero huye lo más pronto posible de cualquier persona que pueda cuestionar su divinidad espuria.¿Que envidio la suerte de Bolaño? No, el pobre tuvo una vida jodida. Sí envidio su éxito editorial pero no su obra. Un  escritor mayor no puede tener envidia de uno menor; quizás lástima y condescendencia hacia quienes lo glorifican. Que Bolaño tenga muchos lectores no habla bien de la obra de Bolaño sino mal del mundo de lectores y de la editorial que lo está explotando allende su muerte. Tuve la paciencia y valentía de terminar --con saltos-- Los detectives salvajes.Como no podía creer tanta pobreza litearia si la comparaba con el prestigio que la acompañaba, intenté leer Putas asesinas. ¡Peor! ¡Nevermore! Me dije. La vida, que en ocasiones es sarcástica, ha hecho que Gamboa y yo coincidamos en la revista Otrolunes, http://www.otrolunes.com/que se publica en Berlín: los dos somos columnistas y su columna se publica exactamente al lado de la mía. Encuentro en muchos escritores colombianos de "éxito" esa especie de actitud mezquina. Les gusta que les sirvan pero no quieren servir.Incluso el mismo Gabo se niega a apoyar a gente de talento. Quiere y quieren reinar solos en la gloria. No entienden que la gloria es últil cuando se comparte. Los que alcanzan la cima y no aprenden a ser generosos terminan envenenándose.
DIARIO DE 1998
Portada de Maelstorm agujero negro publicado en el 2009
en la Colección Ficción de la Universidad Veracruzana.
El taller de cuento erótico en Tunja fue, a diferencia del taller en la Universidad del
Rosario, un acontecimiento. 35 personas asistieron, escucharon mis textos eróticos, mis ideas, 
escribieron, liberaron sus fantasías. Vi rostros hermosos y maduros sonriendo desde sus
secretos pensamientos y mirándome con picardía. Recibí tarjetas con poemas invitándome a volar
juntos. Todo les pareció maravilloso. Me recibió el doctor Benigno Avila, doctor de la
Complutense de Madrid, un hombre pequeño, tímido, enamorado de sus alumnas y de su
secretaria, un cascabel de mujer, llena de curiosidades y de represiones. Me impresionó ver el cambio
que sufrió en un solo año un muchacho, el novelista estrella de Tunja, que en 1997 se me presentó
como un generador humano, optimista, dispuesto a escribir obras maestras, seguro de sí mismo, y
que en octubre de 1998 era apenas una sombra pálida, ojerosa, sin aliento, un hombre avejentado y
derrotado por la vida. Asistió a una sola sesión del taller y luego desapareció. Recuerdo la 
mirada de desafío y pasión que lo acompañaba cuando me entregó apenas el año pasado su primera
novela y cómo se le llenaba el pecho al mostrar que era un escritor, un genio en potencia, un creador,
 al que el mundo le quedaba chico.
            Al finalizar el taller hubo doce discursos floridos, en los que se me dijo de todo, sabio, héroe
griego, maestro y todo el repertotrio. Yo les correspondí con un discurso tan florido como el de ellos.
Luego hubo una sesion de vino y chistes eróticos que duró dos horas. Y yo me estaba cayendo de sueño,
pues en dos días había hablado interminablemente, casi ocho horas diarias, pero aguanté como los
valientes. La secretaria del doctor Benigno y otra alumna eternamente sonriente y maliciosa,
estuvieron haciendo preguntas sobre erotismo en un restaurante, como si no supieran nada y yo en
verdad supiera algo del asunto. Una gordita, morena y simpática, me invitó abiertamente a la cama y
yo me hice el desentendido. Lo mismo había sucedido con una jovencita fragil, de trenzas, rubia, en el
taller de la Universidad del Rosario. Me mantuve en mis principios: fiel hasta la muerte, aunque
en la imaginación y en el papel me dedique a todo tipo de fantasías (recuerdo que no hace
mucho una iracunda lectora me insultó por medio de correo electrónico y afirmó que mi querida L
era una cornúpeta y yo un pobre escribidor sin mérito).
            El autobús de Los Libertadoras me llevó de regreso a Bogotá, en una carrera vertiginosa que me
tuvo al borde del pánico. El chofer parecía un loco furioso, rebasando en curvas, echando carreras
contra tráilers y contenedores de gasolina, bajando de manera suicida a unos abismos aterrorizantes.
Cada vez que daba una vuelta estaba a punto de volcarse. Le pregunté a una monjita que por qué los
pasajeros iban tan tranquilos si estabamos a cada instante al borde de la muerte, y ella me respondió sonriente que aquello era perfectamente natural en Colombia. Le dije que por qué no nos uníamos para
protestar y me dijo que no lo hiciera, pues el chofer, que ella conocía por haber hecho el mismo viaje
varias veces, se enfurecería y correría aun más. Ni siquiera cuando subí al rocket de Can Cun (que es
una cauchera gigante que lanza al incauto hacia el cielo a una velocidad que le ha ocasionado paro
cardiaco a más de un turista -antes de subir al roket el incauto debe firmar una especie de
testamento, en el que libera a la empresa de toda responsabilidad) tuve una emoción y un terror tan
grandes. 
            De regreso a Bogotá, mi amigo Dago García, guionista de la telenovela Tres veces Sofía, me
llevó a Suba a comer trucha. Renovó su oferta de que me instalara en Bogotá y dijo que me daría
trabajo como guionista de telenovelas, con 4000 dólares de sueldo. Le dije que por ahora no me
atrevía a dejar México, donde tenía demasiados compromisos. Lo único que yo tendría que hacer
sería inventar lo que iba a suceder en el siguiente capítulo de la novela: Dago y su equipo se
encargarían de poner el argumento en diálogo.  
            Ya en el apartamiento comenzaron a llegar las llamadas: una pintora quería que le
comprara un cuadro, decía estar en la ruina y confiaba en que yo podría darle unos cuantos
dólares; una escritora quería visitarme para traer libros; la poeta Robledo insistía en que la visitara
para entregarme sus manuscritos sobre la revolución erótica de las mujeres; Ramón, mi
acosador de cabecera, preguntaba si ya había leído sus cuentos; mis hermanos me acusaban de tacaño
por no ir a visitarlos a Cali; una  bruja que me tiene en su poder (ya contaré su historia más
adelante) me regañó por querer huir de Colombia sin despedirme; un pintor vino a traerme un dibujo
suyo y permaneció en silencio mirándome, luego se fue. El excesivo amor y la veneración de
algunas personas es molesto: eso de decir "eres casi perfecto", "eres un dios griego" y otras tonterías me
hace odiar a la gente. Nadie debe humillarse diciendo semejantes sandeces.
            Hoy apareció una entrevista en El Tiempo en la que el entrevistador me puso a decir una
serie de tonterías increíble. La mezquindad del tipo era evidente, ponía entre comillas afirmaciones
suyas, como si fueran mías. Voy a reproducir dos afirmaciones que aparecen en la entrevista. La
primera afirmación es  mía y no me averguenzo de ella; la segunda, de él, y me parece digna de un
retrasado mental: 1.  Generalmente los cuentos son como piedras que le caen a uno del cielo. Uno no
busca al cuento. El cuento lo encuentra a uno. 2. Hay cuentos que pueden nacer del hecho de
conocer a una mujer atractiva y tener una relación cercana, casi de iniciación sociológica
(sic a la sickisima potencia).  Como decía  (o dice, porque no le he vuelto a ver) mi compadre
Magno Garcimarrero (hoy senador de la república) háganme el refabrón cabor. ¿Qué diablos
es una iniciación sociológica? La entrevista concluye con la afirmación lapidaria de que mi línea es el erotismo...lo que no es cierto, mi línea es la frenápterasis.

EROTISMO Y SENTIDO DE LA POESIA EN LOLITA
DE VLADIMIR NABOKOV
De Poéticas y obsesiones,Marco Tulio Aguilera, Editorial Universidad Veracruzana, Colección Biblioteca, 2a. ed,, 2010.

Dostoyevski, Proust, Poe y Platón parecen estar en el trasfondo de Lolita, la novela más conocida de Vladimir Nabokov. Dostoyevski por el concepto de crimen, de la ética que de este concepto se deriva, por la morbosidad y el deleite que causa la conciencia del pecado. Proust por la conservación de un recuerdo que ha marcado todo el resto de una vida. Poe, por la presencia constante de la impresión que le causó la lectura de un cuento de Edgar Allan Poe en la mente del protagonista, Humbert Humbert. Platón por la idea de que existe una vida superior, que encarna en un momento que es modelo de esa vida superior.
          El recuerdo que ha de marcar a Humbert Humbert, protagonista de Lolita, a lo largo de su vida es el de su amiga Anabel Lee, con quien no pudo realizar sino una escena de amor y erotismo inconclusa, que marcará toda la vida del protagonista.  Hijos de familias adineradas, protegidos por la vida, Humbert niño y Anabel Lee de 13 años tienen una relación intensa y secreta: Nos enamoramos simultáneamente, de una manera frenética, impúdica, agonizante. Y desespereada, debería agregar, porque ese arrebato de mutua posesión sólo se habría saciado si cada uno se hubiera embebido y saturado realmente de cada partícula del alma y el corazón del otro; pero ahí nos quedábamos ambos, incapaces hasta de encontrar esas oportunidades de juntarnos que habrían sido tan fáciles para los niños callejeros. (10)
          Esta incapacidad de culminar una relación amorosa y erótica tiene su desenlace en una escena que es la que ha de marcar a Humbert, como a Proust lo marcaron las famosas margaritas mojadas en te. Cuando los dos niños finalmente logran escapar de la vigilancia de sus padres, bajo "un macizo de mimosas nerviosas y esbeltas, al fondo de la villa de Anabel, encontramos amparo en las ruinas de un muro bajo". Allí vi su rosttro contra el cielo, extrañamente nítido, como si emitiera una tenue irradiación. Sus piernas, sus adorables piernas vivientes, no estaban muy juntas y cuando localicé lo que buscaba, sus rasgos infantiles adquirierion una expresión soñadora y atemorizada. Estaba sentada algo más arriba que yo, y cada vez que en su solitario éxtasis se abandonaba al impulso de besarme, inclinaba la cabeza con un movimiento muelle, letárgico, como de vertiente, que era casi lúgubre, y sus rodillas desnudas apretaban mi mano para soltarla de nuevo; y su boca temblorosa, crispada por la actitud de alguna misteriosa pócima, se acercaba a mi rostro con intensa aspiración. Procuraba aliviar el dolor de mi anhelo restregando ásperamente sus labios secos contra los míos; después mi amada se echaba hacia atrás con una sacudida nerviosa de la cabeza, para volver a acercarse oscuramente, alimentándome con su boca abierta; mientras, con una generosidad pronta a ofrecérselo todo, yo le hacía tomar el cetro de mi pasión.(13)
          A partir de ese instante toda relación erótica auténtica de Humbert estará relacionada con esa escena y las demás relaciones (con mujeres adultas) serán "profilácticas", "higiénicas", exclusivamente orgánicas. Al referirse a su ex esposa, dice "yo recurría pocas veces a su carne rancia", al hablar de una mujer atractiva la califica como "esa cosa lamentable y chata que es una mujer atractiva".
          Lolita tiene doce años y está a completamente a merced de Humbert, su padrastro, un adulto, que la adora. Humbert es su padrastro y la lleva en un largo viaje por los Estados Unidos, lejos de quien pueda juzgar esa relación. La madre de Lolita muere en un providencial accidente de tránsito al mes de haberse casado con Humbert.
          Desde que Humbert se sabe dueño de la potestad de Lolita se inicia la tensión novelesca. Humbert lleva a su amada a un largo viaje a través de Estados Unidos. La espera es un ingrediente muy importante del erotismo y en el caso de Humbert, está matizada por un voyeurismo bien asumido y una imaginación febricitante: Y Lolita era mía, la llave (de la habitación del hotel) estaba en mi mano, mi mano estaba en el bolsillo, Lolita era mía. Durante  las evocaciones y esquemas a que había consagrado tantos insomnios, había ido eliminando poco a poco todo rasgo superfluo, y apilando capa tras capa de traslúcida visión había conformado la imagen última. Desnuda -sólo con un calcetín y su brazalete-, tendida en la cama donde mi filtro la había abatido...así la concebí. Su mano todavía asía una cinta de terciopelo; su cuerpo color de miel, con la imagen blanca en negativo de un traje de baño rudimentario impresa sobre la piel tostada, me presentaba sus pálidos pezones; en la luz rosada, un minúsculo penacho púbico brillaba sobre su redondo montículo. La llave fría, enganchada en su cálido aditamento de madera, estaba muy bien colocada en mi bolsillo y mi mano la asía firmemente.
          El erotismo en el que hay un verdugo  y una víctima, un culpable y un inocente, un corrupto y un puro, en síntesis, una injusticia que se ejerce, es de un atractivo extremado. Platón afirmaba que es preferible sufrir un agravio que inferirlo. El filófofo griego se coloca, con ello, en la parte de la balanza que privilegia la bondad, el bien y la justicia sobre cualesquiera otros valores, a diferencia de Nietzsche, Schopenhauer, y más al extremo de la balanza, el Marqués de Sade, para quienes primero esta el bien a sí mismo, la voluntad de poder, la voluntad de placer, que se privilegian sobre cualquier otra categoría.
          Pero veremos que en la novela de Nabokov los términos de la balanza no son tan claros, y la división entre bien y mal no es demasiado precisa. El erotismo que maneja Nabokov está lleno de problemas de conciencia. No es el erotismo abierto que manejaría, por ejemplo, Bataille. Es por ello que Humbert en su larga confesión, afirma que "el aspecto del placer es siempre triste", y ello es así porque por un lado supone a su amada asediada por otros hombres, que como él, mueren subyugados por la belleza y la frescura de la niña, y por otro, porque el otro (Lolita) no es su igual: no compite en el campo del placer, de la adoración, del amor, con él, sino que simplemente se deja llevar por la corriente.
          Pero Lolita no es la pureza encarnada o por lo menos Humert nos quiere hacer creer que no lo es. Lolita es una nínfula, categoría inaugurada por Nabokov y que quedará impresa en la literatura del siglo XX como una de las más importantes. Veamos el párrafo en que Humbert nos define a las nínfulas: Entre los límites de los nueve y los catorce años, surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o más veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza, no humana, sino nínfica (o sea demoníaca); propongo llamr "nínfulas" a estas criaturas escogidas.(14)       
          Pero si las nínfulas son criaturas escogidas, los Humbert son también personajes especiales, dispuestos a jugárselo todo, por el placer que proporciona la posesión de una nínfula. Por eso los llama Nabokov "viajeros", porque su misma actividad les impide permanecer en un mismo lugar, asumiendo respetabilidad, luciendo máscaras convencionales.      
          En una escena se muestra cómo mientras Humbert sufre por los remordimientos que le proporciona su placer, la niña simplemente ignora todas esas torturas (o finge ignorarlas) y se entrega a su papel de niña. Aquí se describe como Humbert obtiene su placer teniendo a la niña sobre las piernas, mientras Lolita simplemente lee unas revistillas infantiles, aparentando no enterarse de las efusiones de su padrastro: Durante algunas tardes especialmente tropicales, en la pegajosa proximidad de la fiesta, me gustaba sentir la frescura del sillón de cuero contra mi maciza desnudez [1] mientras la observaba sentada en mi regazo; no era sino una típica chiquilla que se hurgaba la nariz, concentrada en el suplemento de historietas de un diario, tan indiferente a mi éxtasis como si hubiera sido algo sobre lo cual se había sentado sin  querer -un zapato, una muñeca- y demasiado indolente para quitarlo de su asiento.
          Humbert afirma que "no hay en la tierra otra felicidad comparada a la de amar una nínfula". Y ello es sin duda así para el trasgresor, pues viola la ley del equilibrio, la de la armonía, la de la justicia, leyes que, incluso en la naturaleza, imperan. La nínfula parece inerme, es protegida por la sociedad, e incluso hoy, cuando se han desatado tantos tabúes, hay furiosas campañas para proteger la "pureza" de los jóvenes, su "castidad física y espiritual".
          Humbert una vez que posee en exclusividad a la nínfula decide asumir por entero su profesión Humbertiana. Arranca a la niña de su entorno y se la lleva en un viaje a través de Norteamérica, sin que tenga en mente otro rumbo que el que le dicten los mapas y los moteles de paso. Qué busca en esta huida a traves de Norteamerica Humbert. Parece buscar un paraje apartado en el que pueda gozar de Lolita sin que nadie lo esté mirando. Veamos este pasaje en el que parece Humbert encontrar ese dichoso paraíso cerca de un río: Recuerdo que la operación -se refiere naturalmente al acto sexual- estaba terminada cuando estuvimos más cerca que nunca de ser descubiertos. Y no es de asombrarse que esa experiencia mitigara para siempre  mi sed de amores rurales. Desnudos tras el acto, Humbert y su amada son descubiertos por dos niños y luego por una matrona, con el embarazoso resultado de que deben huir a medio vestir, montar en el auto y escapar, antes de ser denunciados.
          La relación de Humbert con Lolita  tiene claroscuros: no se puede conjeturar la maldad, la corrupcion de Lolita del todo, sino como una argumento del mismo Humbert, que busca justificación. En ese viaje de 27 000 millas a lo largo de Estados Unidos, desde agosto de 1947 hasta agosto de 1948, visitaron infinidad de hoteles, vieron 157 películas de vaqueros, musicales y gangsters, hicieron el amor todas las noches, y, un detalle, acaso sorprendente: Lolita lloraba cuando creía que Humbert estaba durmiendo.
          El amor, la pasión de Humbert por Lolita, no es asunto personal, sino parte de una tendencia, de un placer generalizado, hacia todas las nínfulas. Es por ello que Humbert inscribe finalmente a su niña en una escuela de niñas para poder mirar a las compañeras de Lolita a su entero placer, por medio de binculares o directamente.
          Lolita, la novela, es un alegato por la libertad de la perversión compartida, por la posibilidad de vivir la otredad, la falta de juicio por parte de los demás. Es la otra cara de la civilización cristiana, ortodoxa, con su negación del cuerpo y su negación del misterio del erotismo y de la sexualidad que nace demasiado pronto para ser ocultada. Humbert termina vivendo en un pueblo chico, y oculta su paraíso de los ojos judicadores de sus vecinos, porque no se atreve a vivir en soledad su pasión. Humbert necesita mas Lolitas para su imaginación y necesita el jucio de los demas para que su placer sea mayor.
          Este es otro de los ingredienetes que hacen del erotismo una actividad emocionante: la prohibición. He ahí la diferencia con la pornografia, en la cual todo es permitdo y no hay sugerencia sino obviedad.
          La relacion de Humbert con Lolita, ya establecida la cotidianeidad en el pueblo, comienza a deteriorarse cuando la niña inicia su carrera de prostitución de sus dones, pidiendo cada vez mas dinero por ciertas caricias especiales que Nabokov describe de la forma más indirecta posible: Conocedora  de la magia y el poder du su suave boca, se las arregló -en un lapso de un año escolar!- para elevar el precio de un abrazo especial a tres y hasta cuatro billetes... Se reveló una cruel negociante cuando estaba en su poder rehusarme ciertos filtros extraños, demoledores, tontamente paradisiacos, sin los cuales no podía yo vivir más que unos pocos días de gran conmoción y que, por la misma índole de la languidez amorosa, no me era posible obtener por la fuerza"(168)
          Lo que destaca en el comportamiento de Humbert es la absoluta necesidad de control sobre su amada. Las reglas que le impone a su amada son cada vez más rigurosas. Humbert está contra la educación convencional de las niñas norteamericanas: la permisividad, las fiestas, los juegos en grupo, las idas al autocinema, los besuqueos, las largas conversaciones telefónicas con amigas para discutir asuntos de citas con muchachos. Y todo eso lo prohibe Humbert a su amada niña, creando una situación cada vez mas tensa.
          Humbert quiere elevar a nivel de ciencia la ninfología y por ello teoriza constantemente sobre el asunto: los elementos básicos del encanto nínfulo son...una figura perfecta de púber, ojos de lento mirar y pómulos salientes. Nabokov pone en labios de Humbert teorizaciones en torno al carácter histórico y literario de los regocijos entre niñas y adultos: cita la relación de Poe y Virginia, la de Dante y Beatriz, la de Petrarca y Laura. Humbert recurre a tradiciones culturales en las que era normal el disfrute de las púberes, cita costumbres romanas, de la india, de China.
          En los casos en que -ya avanzada la relación en base al hecho de estar juntos- Humbert trata de permitir que el amor o ternura aparezcan, es Lolita la que rechaza a Humbert: "Oh no, no vamos a comenzar de nuevo". Como que Lolita, con el paso de los días, llega a aceptar el erotismo como obligacion más alla de la cual no soportaba tonterías que le hicieran perder el tiempo. Entonces es cuando Humbert se siente mal y exclama "soy un miserable", para luego agregar, "no importa, sigamos con mi desgraciada historia".
          El hecho de que Lolita haya pasado de ser un nombre a convertirse en un género -el de las nínfulas-; de la misma forma que el Quijote o la Celestina adquirieron su trascendencia en el lenguaje popular al caracterizar entidades culturales más que personas, hace que éstas obras literarias hayan alcanzado dimensiones universales. Ello denuncia que la novela de Nabokov, como la de Cervantes y la obra teatral de Rojas, lograron calar en necesidades básicamente humanas, que son ocultadas y secretamente disfrutadas. El placer que a los viejos les proporciona la novedad, el mítico sentimiento de que solo bebiendo la sangre de una virgen los seres humanos pueden recuperar, por lo menos en la imaginación, el poder de la juventud, todo ello hace que la novela de Nabokov sea una de las cimas de la literatura y un alegato en pro la libertad de la imaginación y la licitud de las perversiones, es decir, de las diferencias.
          La búsqueda en internet nos dice que hay 13 762 documentos sobre Lolita, lo que es índice del interés que la novela sigue despertando. El tema del amor a las niñas es recurrente en la literatura y en la cinematografia. Hay una novela bellísima que se le atribuye a Victor Hugo: La novela de Violete, que se lee en un estado de cosntante exitación (lo que no sucede con la de Nabokov, que se lee con curiosidad: es demasidao inteligente para ser cachonda y no se permite libertades a la hora de afrontar el erotismo: es demasido oblicuo).
          El hecho de que en la novela no haya ni una sola escena sexual explícita, es en gran medida lo que le da su carácter estético y es precisamente eso lo que hace que sea una novela erótica: mantiene una tensión constante de ocultación, algo atado que no se desata del todo. Hay dos párrafos en los que se da una razón muy clara, una filosófica y otra operativa, del fondo de la novela. En la primera se llega de alguna forma a lo esencial de la situación, al carácter poético de esa relación entre un adulto y una niña, al carácter poético de la paradoja: En verdad, es muy posible que la atracción misma que ejerce sobre mí la inmadurez reside no tanto en la limpidez de la belleza infantil, inmaculada, prohibida, cuanto en la seguridad de una situación en que perfecciones infinitas cierran el abismo entre lo poco concedido y lo mucho prometido...la rosa gris inasequible. (243) La explicación es cómoda, justificante: lo que busca el adulto en la púber es la emoción que proporciona lo imposible, la rosa gris inasequible, la posesión de la belleza absoluta en un instante, la consecusión de esa verdad absoluta de los sentidos, el placer pleno de los sentidos...que generalmente termina en una vil polución.
          El otro párrafo que quiero destacar corresponde a una addenda colocada al final de la novela, en la que Nabokov explica el origen de la novela. Escribe: En las novelas pornográficas, la acción debe limitarse  a la copulación de clichés. Estilo, estructura, imágenes, nunca han de distraer al lector de su tibia lujuria. La novela debe consistir en una alternancia de escenas sexuales. La novela de Nabokov no sigue este procedimiento: lo suyo es el ahondamiento en la investigación de una obsesión y la búsqueda de una verdad poética en una situación heterodoxa. Esto es lo que permite que Lolita sea una obra auténticamente erótica, puesto que hace coincidir el espíritu con la carne, la narración de unas vidas con la búsqueda de su sentido, el hallazgo de un punto de encuentro, en el que la poesía da sentido y razón a unas existencias que podrían terminar reducidas a notas policiacas.
          Para mí-escribe Nabokov-una obra de ficción  sólo existe en la mediada en que me proporciona lo que llamaré lisa y llanamente  placer estético, es decir, la sensación de que es algo, en algún lugar, relacionado con otros estados del ser en que el arte (curiosidad, ternura, bondad, éxtasis) es la norma. En otras palabras, el arte es otra forma de ser, y el arte del arte, estriba en saber reconocerlo, disfrutarlo. Una elevada forma de alcanzar este bienaventurado estado es el erotismo, que es, sin duda alguna, una forma del arte, es decir, y para terminar redundando, otra forma de ser en el mundo, una forma de ser plena, heterodoxa, y por lo tanto, absolutamente individual, intransferible: no sujeta al juicio de otras personas que no sean las involucradas en el gracioso deporte del amor.


    [1] Nótese que la expresión "maciza desnudez" corresponde en términos estrictamente operativos, a una erección digna de quitarse el sombrero.
Sesión de diapositivas del Amazonas y Araracuara. Entre lo que recuerdo
de la plática de Pedro Botero, el hombre que trazó la mayor parte 
de los mapas de la Amazonia Colombiana, se halla el hecho de 
que las indígenas huitotos no le ponen ningún romanticismo en la 
relación de pareja y que aceptan la sexualidad con 
naturalidad. "El romanticismo, eso que llaman amor, los ojos en 
blanco y los arrumacos, son pendejadas de los blancos", dice Pedro 
Botero con su sonrisa de sabio socarrón. "Cuando los indígenas quieren 
darle gusto al cuerpo se escapan al campo donde van a sembrar y allí lo 
hacen, en estrecha vinculación con la tierra".
            Pedro Botero explicó que en una choza de huitotos, el hombre 
duerme en una hamaca arriba; bajo él duerme su mujer en otra hamaca 
y bajo ellos duermen los hijos. Que cuando el indígena quiere 
aliviarse las ganas  se baja a la hamaca de la mujer y lo hace con 
absoluto sigilo, en silencio, casi sin moverse.     
            Pedro nos atendió a mi hermana y a mí con absoluta cordialidad. Yo llegué a su casa tarde, caminamospor la Séptima y la Novena, 
territorio de putas y de casas de empeño. Una hermosa 
putica negra, que estaba a las puertas de una sórdida sala 
de cine pornográfico, se ofreció a ir 
conmigo. Le dije gracias, hija, te lo agradezco.
            Todo el día posterior lo pasé eludiendo invitaciones de 
la azafata poeta que dice tener tiene un clítoris esparcido por todo 
el cuerpo, un punto "G" extenso y robusto y unos músculos abdominales 
deatleta genital, según sus propias palabras. Intenté comunicarme con 
Elkin Patarroyo, inventor de la vacuna contra la malaria, infructuosamente. Quiero invitarlo a formar parte del Comité Internacional La Ciencia 
y el Hombre. Visité al editor de Plaza y Janes. Está como de costumbre deprimido por la situación de la empresa y de Colombia. Dice que no publica un libro si el autor no está dispuesto a mojarse el trasero, a vender personalmente mil ejemplares o a pagar la mitad de la edición. Lo único que publica inmediatamente son bestsellers asegurados. Tuve con ganas de mandarlo a la mierda, pero me porté con prudencia. Le dije que podría intentar gestionar una coedicion, con Tusquets, por ejemplo. Le  había ofrecido mi libro inédito y luego se lo iba a quitar de las manos, pero dijo déjamelo, quiero leerlo. Es su táctica. Dentro de un mes recibiré un contrato. Mi libro es tan bueno que es imposible que lo rechace. Y así lo dijo: "Todo lo que escribes me gusta, de eso estoy seguro. De lo que dudo es del mercado colombiano. Aquí nada que no sea un best seller o un libro de motivación personal sale adelante". Afirmó que  todo el asunto
ese de los tirajes de medio millon de ejemplares de los libros de García Márquez era puro cuento 
inventado por Kataraín, de la Oveja Negra. Que se hacía un tiraje de cien mil ejemplares y se 
desplazaba de un país a otro. Lo mandaba a un país, luego lo recogía y así iba rotando los 
libros, con propaganda. Yo opino que cualquier estrategia para vender un libro es válida. 
Incluso las mentirillas tan frecuentes. Recuerdo haber escuchado en el Hotel Xalapa hace ya más 
de diez años que García Márquez y Gustavo Sáinz tramaban inventos para hacerle publicidad a un 
nuevo libro de Gabo. Le reclamé al editor de Plaza por el hecho de no haber publicitado la nueva 
edición (décima en lengua castellana) de Cuentos para después de hacer el amor. Le dije que le 
faltaba sentido del riesgo, una dosis de atrevimiento. Aceptó ponerle un cintillo a  mi libro: 
"45 000 ejemplares vendidos, décima edición, del maestro del erotismo latinoamericano". La verdad 
(y ésta sólo se la cuento a mis lectores) es que no creo se hayan vendido 45 000 pero si bastantes : 
20 000 de la primera edición de la Oveja Negra, en la Colección Biblioteca de Literatura Colombiana; 
 8000 de las ediciones de Plaza; y entre  5000 y 8000 de las cuatro ediciones de Leega -aunque
supongo que Jiménez tiró más libros de los que afirma. 
            Visité la librería Bucholz de la Carrera Séptima, subí por una escalera de cuatro metros y allá 
cerca del techo, encontré un ejemplar de mi primer libro de cuentos de la Colección Rotativa de 
Plaza y Janés, Alquimia Popular (1979). Precio: 1500 pesos, es decir, un dolar. El mismo 
Bucholz -un alemán tímido, de voz apagada- me hizo una rebaja de 500 pesos. La dependiente fue 
amable, dijo que mis libros a lo largo de los años se habían vendido bien. Y que la gente 
preguntaba frecuentemente por mí.


En la siguiente dirección hallarán la entrevista que le hice a García Márquez... con la revelación de un secreto al final.

http://otrolunes.com/?otra-opinion/marco-tulio-aguilera/visita-a-gabo-en-casa

DIARIO DE 1998
En Villarrica, Veracruz, enero 2011

Por la noche fui a visitar a mi informador del Amazonas Pedro Botero, quien me leyó el I Ching. Hazle
una pregunta, me dijo Botero: ¿Es permanente mi relación con mi esposa y hasta el fin de la vida? Me
respondio así: "Para ser fuego necesitas adherirte a la madera. Debes estar adherido, condicionado, basarte
en algo, con lo que el fuego tuyo adquirirá claridad. El fuego es sin forma definida, se adhiere a las
cosas que arden y así brilla su claridad".
El dictamen del I Ching, en palabras de Pedro Botero, es el siguiente: "Es propicia la perseverancia,
 ésta aporta éxito. Dedicarse al cuidado de la vaca aporta ventura. Todo lo que expande luz en el mundo,
depende de algo a lo que se adhiere para poder alumbrar de un modo duradero. Al depender obtiene el
éxito. La vaca es el símbolo de la máxima docilidad. Al cultivar el hombre esta dualidad, esta voluntaria
dependencia, logrará una claridad nada hiriente y encontrará su puesto en el mundo".
Respuesta a la pregunta específica : "Se aproxima la senectud, el fin del día. El noble que cultiva su
propia persona, ayuda a su sino y afirma con ello su destino. El intelecto arraiga en la vida, pero
puede consumirla. Tienes un carácter demasiado inquieto, agitado, que logra un rápido ascenso, pero te
faltan los efectos perdurables. Acarreará malas consecuencias el hecho de que te gastes demasiado
rápido y te consumas como un  meteoro".
Cuando Pedro terminó de interpretarme el I Ching dije, soberbio como soy y como reconozco serlo (a
veces en broma, pero generalmente en serio) que mi carácter era más fuerte que mi destino. Mi amigo
sonrió. "Nadie tiene un carácter más fuerte que su destino".
Luego explicó que el I Ching es el libro más antiguo del mundo, 4000 años. En claro saco que mi
 relación con Lety no sólo es duradera, sino necesaria. Que ella es el leño y yo el fuego, que para
 existir y brillar dependo de ella, pero que debo cuidarla para que no se acabe. Que primero me puedo
 acabar yo, por apresurado, por ansioso.
El I Ching coincide con la apreciación que L tiene de mí: Dice que soy un apresurado, un acelerado,
 que debo serenarme.Pedro Botero nos ofreció una espléndida cena, aderezada con picantes
amazónicos que trajo mi hermana del Orinoco venezolano, y luego me prestó varios libros
sobre el Amazonas y la colonia penitenciaria de Araracuara, donde estuvimos hace algunos meses.
El domingo lo pasé en el apartamiento echando pereza, jugué básquet con un muchacho al que le
 gané tres partidos, el último 21 a cero y recordé mis partidos con el  campesino canadiense, ex
 jugador de la NBA, al que derroté y luego en su orgullo me humilló dejándome en cero tres veces.
Leí dos textos excelentes sobre el Amazonas, de Germán Castro Caicedo, Mi alma se la dejo al
diablo y Perdido en el Amazonas. Aprendí muchas cosas y me di cuenta de que mi informador
había sido fidedigno. De todos modos creo que tras la lectura de esos dos libros y de otro sobre la
Colonia Penal de Araracuara, volveré a hacer una corrección de un relato largo, que creo es
magnífico, en el que resumo mis experiencias y mis investigaciones en y sobre el Amazonas
La verdad es que La vendedora de rosas, de Víctor Gaviria, es una película tan conmovedora, tan real, que se siente verdaderamente cuando se  apuñala a un tipo y uno sufre y siente amor por ese niño totalmente  drogado que yace en una jardinera y manifiesta su amor por Lady. Uno   no sabe que aquello es real, uno lo cree, a diferencia de las 
películas de Hollywood donde uno ve asesinar a cien personas y uno ni 
sufre pues sabe  que aquello es una ficción,  una falacia. En la 
película de Víctor Gaviria uno sabe que esa es la realidad, una realidad 
tan sórdida, tan deplorabe y sin embargo tan dramática, tan artística. 
Allí uno descubre que la vida es arte y halla que el arte de Gaviria 
se halla precisamente en haber descubierto esa verdad. Gaviria 
descubrió que hay que dejar que la vida se manifieste en su artisticidad, en 
su simetría, en su valor, incluso en las circunstancias más espantosas. 
Los actores no son actores, son personas del mundo, pero su naturalidad 
es perfecta. Los critícos colombianos se apresuraron a colgarle 
a La vendedora de rosas la etiqueta de neorrealista, lo que parece 
absurdo: la singularidad de esta película colombiana es indudable y 
la clave de la simpatía que el espectador siente por los personajes 
es una especie de compasión, pasión compartida por sobrevivir 
y tener expectativas en un mundo en el que no parece haber 
escapatoria. ¿Cómo logró Gaviria plasmar esta complicidad con ese 
mundo tan complejamente diferente al cotidiano? Mediante el hecho de 
vivir la vida de esos personajes y sufrir lo que ellos sufren y disfrutar lo 
que ellos disfrutan.

           
Entradas más recientes Entradas antiguas Página principal
Propietario ©MarcoTulioAguilera. Con la tecnología de Blogger.

Datos personales

Mi foto
Marco Tulio Aguilera
Soy autor de una novela gorda que se llama Historia de todas las cosas: sobre ella la crítica ha dicho algunas agradables exageraciones. También autor de otros 30 libros; entre ellos Cuentos para antes, después y en lugar de hacer el amor; Mujeres amadas, Los placeres perdidos, El amor y la muerte. Premios: San Luis Potosí, Juan de la Cabada, Aquileo Echeverría, José Eustasio Rivera de Novela, Latinoamericano de Cuento de Plural y Excélsior, Gabriel García Márquez, Bernal Díaz del Castillo y 20 más. Finalista en Alñfaguara. Mis libros están en Alfaguara, U Veracruzana, U de Puebla, U del Valle, Plaza y Janés, Planeta, Joaquín Mortiz, etc, en Colombia, México, España y Argentina.
Ver todo mi perfil

Mis redes

  • INICIO
  • LIBROS
  • FACEBOOK
  • DOSSIER
  • TWITTER
  • FOTOS
  • CONTACTO
  • MISTERKOLOMBIAS
  • MONGOLIA CENTRAL
Tweets por @mistercolombias

Páginas vistas en total

VER ENTRADAS POR MES

  • abril 2018 (4)
  • marzo 2018 (6)
  • febrero 2018 (6)
  • enero 2018 (7)
  • diciembre 2017 (8)
  • noviembre 2017 (5)
  • octubre 2017 (10)
  • septiembre 2017 (1)
  • agosto 2017 (4)
  • julio 2017 (6)
  • junio 2017 (7)
  • mayo 2017 (11)
  • abril 2017 (7)
  • marzo 2017 (12)
  • febrero 2017 (12)
  • enero 2017 (6)
  • diciembre 2016 (7)
  • noviembre 2016 (8)
  • octubre 2016 (11)
  • septiembre 2016 (8)
  • agosto 2016 (6)
  • julio 2016 (8)
  • junio 2016 (7)
  • mayo 2016 (7)
  • abril 2016 (9)
  • marzo 2016 (7)
  • febrero 2016 (9)
  • enero 2016 (7)
  • diciembre 2015 (11)
  • noviembre 2015 (9)
  • octubre 2015 (10)
  • septiembre 2015 (10)
  • agosto 2015 (11)
  • julio 2015 (13)
  • junio 2015 (14)
  • mayo 2015 (9)
  • abril 2015 (12)
  • marzo 2015 (21)
  • febrero 2015 (9)
  • enero 2015 (15)
  • diciembre 2014 (13)
  • noviembre 2014 (18)
  • octubre 2014 (21)
  • septiembre 2014 (16)
  • agosto 2014 (15)
  • julio 2014 (16)
  • junio 2014 (19)
  • mayo 2014 (20)
  • abril 2014 (18)
  • marzo 2014 (19)
  • febrero 2014 (23)
  • enero 2014 (30)
  • diciembre 2013 (30)
  • noviembre 2013 (24)
  • octubre 2013 (25)
  • septiembre 2013 (25)
  • agosto 2013 (31)
  • julio 2013 (23)
  • junio 2013 (23)
  • mayo 2013 (23)
  • abril 2013 (23)
  • marzo 2013 (13)
  • febrero 2013 (10)
  • enero 2013 (10)
  • diciembre 2012 (15)
  • noviembre 2012 (11)
  • octubre 2012 (18)
  • septiembre 2012 (10)
  • agosto 2012 (13)
  • julio 2012 (12)
  • junio 2012 (12)
  • mayo 2012 (14)
  • abril 2012 (15)
  • marzo 2012 (15)
  • febrero 2012 (17)
  • enero 2012 (14)
  • diciembre 2011 (12)
  • noviembre 2011 (12)
  • octubre 2011 (23)
  • septiembre 2011 (18)
  • agosto 2011 (15)
  • julio 2011 (20)
  • junio 2011 (13)
  • mayo 2011 (11)
  • abril 2011 (11)
  • marzo 2011 (20)
  • febrero 2011 (14)
  • enero 2011 (12)
  • diciembre 2010 (18)
  • noviembre 2010 (22)
  • octubre 2010 (29)
  • septiembre 2010 (23)
  • agosto 2010 (12)
  • julio 2010 (24)
  • junio 2010 (15)
  • mayo 2010 (7)
  • abril 2010 (16)
  • marzo 2010 (13)
  • febrero 2010 (11)
  • enero 2010 (13)
  • diciembre 2009 (11)
  • noviembre 2009 (13)
  • octubre 2009 (10)
  • septiembre 2009 (13)
  • agosto 2009 (13)
  • julio 2009 (11)
  • junio 2009 (10)
  • mayo 2009 (21)
  • abril 2009 (21)
  • marzo 2009 (15)
  • febrero 2009 (10)
  • enero 2009 (19)
  • diciembre 2008 (13)
  • noviembre 2008 (20)
  • octubre 2008 (16)
  • septiembre 2008 (14)
  • agosto 2008 (15)
  • julio 2008 (11)
  • junio 2008 (22)
  • mayo 2008 (20)
  • abril 2008 (16)
  • marzo 2008 (1)
  • febrero 2008 (5)
  • enero 2008 (3)
  • diciembre 2007 (10)

SUSCRIBIRSE

Dossier: Todo sobre Marco Tulio Aguilera

Dossier: Todo sobre Marco Tulio Aguilera
Click en la imagen

About

Popular Posts

  • Romeo y Julieta (El concepto de amor en Shakespeare V)
    (Quinta y última conferencia de la serie que ofrecí en la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana hace varios años) Romeo...
  • El concepto de amor en Shakespeare
    __________________________________________________________________________________      QUIENES ESTÉN INTERESADOS EN CONSEGUIR UN EJEMPLAR ...
  • PREMIO INTERNACIONAL DE NOVELA JOSÉ EUSTASIO RIVERA 2012
    En 1988 se entregó el Primer Premio Internacional José Eustasio Rivera en la Ciudad de Neiva, capital de tierra caliente de Colombia y lugar...
  • Desterrados, de Eduardo Antonio Parra: lo mejor del cuento mexicano hoy
    Sobre la utilidad de perder el vuelo de Monterrey a Veracruz: pude leer con tranquilidad en el Hotel Istay el nuevo libro de cuentos de Ed...
  • Orizaba, Ixtaczotitlán, conferencia en la USBI
    Biblioteca Usbi IX Orizaba-Cordoba   ha añadido 16 fotos nuevas al álbum   IMPARTE MARCO TULIO AGUILERA AMENA CHARLA EN USBI IXTA...

Facebook

Copyright © 2015 LA CUEVA DEL FRENÁPTERO

Created By ThemeXpose | Distributed By Blogger Templates20